Desde hace tiempo, por suerte, estamos cada vez más concienciados con la sostenibilidad y el ahorro energético. Una de las formas de centrarnos en ello es la eficiencia energética.
A nivel de vivienda, el sistema que más gasta es la climatización del hogar, consumiendo un 40% del consumo mensual. Por ello, que los sistemas de climatización de una vivienda sean lo más eficientes posibles es sinónimo de ahorro energético y, por tanto, de reducción de la factura de energía.
A continuación, te damos una serie de técnicas para mejorar la eficiencia energética en la climatización de tu hogar. En este sentido, puedes reducir aún más la factura energética haciendo uso de un comparador de tarifas de luz y gas.
Eficiencia energética en la climatización de tu hogar
En un hogar eficiente, una de las partes más importantes es la climatización. Te damos una serie de consejos para que los tengas en cuenta a la hora de equipar tu nueva vivienda con el mejor sistema de climatización.
Para saber cuán eficiente es un aparato, existe la etiqueta energética. Dicha etiqueta es un adhesivo que se pega en la caja de los electrodomésticos, la cual ndica el nivel de eficiencia del aparato en función de una clasificación de siete categorías. Los diferentes niveles se diferencian por colores y códigos, yendo desde el más eficiente (un verde oscuro con el código A+++) hasta el de menor eficiencia energética (rojo con una letra D).
Los electrodomésticos que están obligados por la legislación europea a tener esta etiquetación son los siguientes:
- Frigoríficos y congeladores.
- Lavadoras.
- Lavavajillas.
- Secadoras.
- Lavadoras-secadoras.
- Fuentes de luz domésticas.
- Hornos eléctricos.
- Aire acondicionado.
En este sentido, los aparatos de climatización con la mayor etiqueta energética consumirán mucho menos que los que tengan una peor etiqueta.
Es cierto que, este tipo de aparatos también son más caros que los convencionales, aunque el gran ahorro energético que producen los convierte en una gran inversión, que se recupera en poco tiempo.
Cuando se habla de la eficiencia energética de un aparato de este tipo, se relaciona mucho con la pérdida de calor. Cuanto menos pérdida haya, es decir, que la gran cantidad de calor generado llegue a su objetivo, su eficiencia será mejor.
Para dispositivos de alta demanda de energía como aquellos usados para enfriar, es preferible mantener encendido durante un tiempo idóneo, para conservar la frescura del ambiente sin llegar a alterar la eficiencia energética. En caso de estar encendiendo y apagando continuamente nuestros dispositivos, dejándolos encendidos poco tiempo, hace que su eficiencia disminuye, utilizando más energía que la necesaria.
Termostatos inteligentes
Como hemos dicho, estar continuamente encendiendo y apagando el aparato buscando la temperatura idónea puede provocar que consuma mucho más de lo que nos interesa.
Para evitar esto, los diferentes sistemas de climatización suelen contar con termostatos que permiten detemrinar una temperatura y el propio sistema se enciende hasta conseguirla, y se apaga una vez alcanzada.
Dentro de los termostatos, en la actualidad existen termostatos inteligentes que permiten control remoto, determinación de horarios, crear perfiles al gusto de cada habitante o adaptar la temperatura interior a las características climáticas del exterior.
Además, este tipo de termostatos aprenden por sí mismos, adaptando el uso del sistema de climatización para aumentar, si cabe, su eficiencia energética.